domingo, 9 de mayo de 2010

Propuesta del Dip Pedro Cassani - Mayo 2008

SEGURIDAD: DISUACION – SOLIDARIDAD – ASOCIACION

Los episodios vividos en las últimas semanas en Corrientes (Mayo 2008 - Crisis policial), nos obligan a analizar que estamos ante una oportunidad de modernizar la Institución Policial pilar fundamental de la seguridad.

Nuestro modelo actual de policía responde, en sus rasgos principales, a un sistema de carácter militar, de la mayor parte de los cuerpos, que a uno que se deba adecuar a los nuevos tiempos, porque hasta aquí poco y nada se ha hecho para buscar y encontrar una formula que permita el debido ejercicio de los derechos y libertades que les corresponde a los policías en un sistema que pretenda ser democrático.

Porque no se han adoptado en los últimos 30 años en Corrientes medidas efectivas para desterrar completamente de esa institución todo tipo de prácticas que pueden resultar incompatibles con la defensa y la promoción de los derechos humanos.

Todo lo cual explican en buena medida, que no sea factible ajustar la policía a la nueva realidad sociopolítica, si antes no se operan cambios importantes en su organización general.

Aunque pudiera aparecer lo contrario, a veces la mejor prudencia y sentido de la responsa bilidad aconsejan, justamente la mayor audacia. Este es el caso. Urge definir un nuevo modelo policial que se ajuste a una nueva organización que sea capaz de garantizar y promover el libre y pacifico ejercicio de todos los derechos y libertades que la constitución reconoce a los ciudadanos.

Durante algunos años se discutió si el perfil de la policía debía ser “represiva o preventiva”. Hoy en día, los temas sobre la seguridad interna de los estados tienen un tenor diferente, aquel debate perdió fuerza, para dar lugar a otras premisas: DISUACION – SOLIDARIDAD – ASOCIACION, que apuntan a restablecer el tejido social como piedra angular de la lucha contra la inseguridad. Necesariamente debemos cambiar la visión de la Policía cuidando tan solamente EL ORDEN PU- BLICO por el de SEGURIDAD DE LOS INDIVIDUOS, incluso más que el del orden público.

En este contexto con la mentalidad de mantener el orden publico, para la Policía no son importantes los ciudadanos INDIVIDUALMENTE, sino el mantenimiento del orden en general.

Soy consciente que gran parte de la inseguridad se origina en problemas sociales, a los que en esta oportunidad no la desarrollaré, pero marcamos su existencia y por otra vía haré propuestas para su correcto y efectivo abordaje.-

A esta altura es conveniente señalar antes de desarrollar alguno de los puntos que hacen al mejoramiento de la organización policial, que hay dos cuestiones absolutamente claras y fuera de discusión. a) La cuestión salarial de los integrantes de la fuerza y b) Que no compartimos el procedimiento del reclamo de los acontecimientos concluidos el viernes pasado. Los integrantes de la policía no son empleados públicos, por ende sus reclamos no conciben la misma actitud ni proce-dimientos que los agentes civiles del estado provincial. Los primeros constituyen la fuerza pública y cuentan con un arma de fuego reglamentaria, eso solo marca la enorme diferencia.
Entiendo que para encaminarnos a esta nueva organización es fundamental la vocación de los integrantes de la Institución. Para ello se deben describir los cargos a cubrir conforme a las distintas especialidades y constituir cuerpos interdisciplinarios que puedan evaluar debidamente a quienes desean incorporarse, estos deben tener los perfiles apropiados con la vocación de ser policía y tener las aptitudes, actitudes y capacidades.

Para los que ya están en la fuerza los cuerpos interdisciplinarios deberán trabajar en descubrir sus capacidades, porque constituyen un capital humano muy valioso por compromiso de pertenencia y experiencia como se hace en todas las buenas organizaciones en el mundo tanto privadas como publicas. Se deberá planificar un programa de reconversión y adecuación a los nuevos paradigmas del valioso capital humano existente que viene cumpliendo con las orientaciones del sistema imperante.

Capacitación. Sin dudas, la tarea de capacitación continua constituye la pieza esencial para lograr la eficacia en el cumplimiento del rol que la sociedad coloca hoy al policía.
Todo ello es fundamental para que en la sociedad se produzca el descenso del sentimiento de inseguridad. Aunque parezca paradójico, el sentimiento de inseguridad es una situación psicológica de los ciudadanos que va ligada a amenazas latentes, no siempre relacionadas directamente con actos violentos o delictivos. En muchas ocasiones, los ciudadanos no han sido victima de un delito en años: sin embargo, viven con desconfianza, mirando hacia atrás cuando caminan en la calle, resguardándose en sus casas en horas tempranas, evitando las salidas nocturnas, fortificando sus bienes, e incluso armándose.
Para muchos especialistas en la materia el sentimiento de inseguridad le abre el camino a la delincuencia revirtiendo la creencia generalizada de que los actos delictivos generan los sentimientos de inseguridad entre la gente.


Por ello la Institución Policial a través de su cobertura geográfica y en una interrelación con la sociedad y sus organizaciones debe conocer la verdadera problemática de ella y de los INDIVI-DUOS de tal manera que cada acción esté dirigida a atender la problemática planteada. Para ello es fundamental que la sociedad sea protagonista de este nuevo tiempo, en una época en la que todo es cambiante y dinámico y desde el tejido social se le vaya estableciendo sus procedimientos y roles.

Paradigmas. En muchos países se han incorporado en las organizaciones policiales técnicas para evaluar los desenvolvimientos institucionales. Acá también hay que introducir nuevos paradigmas, claros objetivos marcados por la sociedad, procedimientos aceptados y en lo interno incentivos a que cada integrante de la fuerza se comprometa y cumpliendo le vaya bien profesionalmente y la sociedad esté satisfecha. Debiéndose encontrar nuevos indicadores que sean los que determinen el ascenso a la nueva jerarquía, dejando de privilegiar solamente la antigüedad en el cargo y premiando al policía que en cumplimiento del deber se arriesga permanentemente en defensa de sus semejantes y de sus bienes.-

Todas estas cuestiones expuestas son centrales y previas a considerar las modificaciones de la ley orgánica policial. Sin estas definiciones cualquier proyecto de ley estará emparchando situaciones pero sin resolver la cuestión de fondo. Las crisis son oportunidades, por eso este es el momento de ir al fondo de la cuestión. Con estas propuestas quiero invitar al debate abierto en la sociedad entre los actores que deseen, sabiendo que hay muchas opiniones que pueden contribuir para lograr la redefinición del rol de la Policía.-

Dr. Pedro Gerardo Cassani
Diputado Provincial – PL

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